jueves, 4 de agosto de 2016

No title.

Podríamos haber sido
puro invierno desenfrenado.
Un copo de nieve en una postal de mar.
Un abrazo en mitad de la tempestad.
Un guiño de ojos a centímetros.

Podríamos haber construido
un invento para volar.
Podríamos haber escrito 
mil historias con final feliz.

Podría haberte hecho canción o poema
y decirle a Madrid que ya no es musa.

Pero para todo esto hizo falta
un "no te vayas, quédate."

Y ahora que no eres ni canción ni poema,
que no hay inviernos ni finales felices.

Ahora que no echo de menos aquel acento que sonaba a lejano
estando tan cerca.

Ahora que  me vuelve a calentar el café las manos
y escribo sin mirar de reojo si vienes.

Ahora, ya  no vengas.