jueves, 4 de junio de 2015

Un invierno en las costillas.



Tengo este invierno incrustado en las costillas.Diciembre se ha acomodado en mi esternón y me cuesta respirar. Una docena de aves se han ido para no volver. Los árboles se tambalean desnudos
ante la atenta mirada de la Luna. Se escucha a la hojarasca danzar por los aledaños de los parques. Como escribiendo canciones de un invierno quebrado, sin copos de nieves. Un invierno que jamás se irá.

Todo va cambiando barba o afeitado. Camisa de cuadros o rayas. Pantalones rectos o pitillo. Papel de liar cigarros o de escribir. Todo ha cambiado y cuando vuelvan aquella docena de aves y vean lo que se ha llevado este invierno se irán a buscar un verano que no traiga caída de hojas y sequía de tinta.

2 comentarios:

  1. Si estamos condenados a un invierno perpetuo... ¡aprendamos a hacer muñecos de nieve y a acompañar al viento en sus vuelos! ;) Jaja lo típico, si la vida te da limones, haz limonada ^^
    Saludos y pásate cuando quieras :3

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  2. Me encanta el concepto de sequía de tinta. Muy buenas metáforas :)
    Éste me gusta mucho.

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