sábado, 15 de noviembre de 2014

Ella era sobresdrújula,

Ella era sobresdrújula,
entre miles de simplonas,
y atractivas palabras llanas.

Ella era el acento,
que en cada verbo
cortaba el viento.

Eterna desdicha de incongruencias
verbales y gramaticales.
Conceptuales.

Ella se movía en un soneto
maldito y continuo.

Ella que jugaba a ser
sinestesia de una vida
que nos dan si anestesia.

Un sin fin de lamentos
Prosaicos no harían derramar
Una sola lágrima
de aquellos ojos paradoja.
Que miraban sin mirarme a mi.