jueves, 19 de diciembre de 2013

Otoño




Estoy sentado en el escritorio, una taza de café para combatir el sueño, nose si el mío o el de mis musas.

De momento miro por la ventana, en el parque caen hojas, es un acto tan desenfadado que me hace reír.

Del otoño siempre recuerdo el crujir de las hojas amontonadas. Es como la melodía del otoño en Madrid. La banda sonora de la estación.

Mi corazón es ahora un árbol de otoño se va deshojando poco a poco. Incesante, incansable como una exhalación cae un hoja, silenciosa, indiferente que da paso a otro trozo de vida que se marchita. Saber que algún día florecerá no hace que no sientas congoja.

Las hojas siguen cayendo el árbol, como mi corazón. Se queda desnudo para recibir el frío del invierno. Sólo queda esperar a que florezca en primavera.

4 comentarios:

  1. Muy poético este texto, frases, palabras, que se deslizan suavemente, casi las puedo sentir en el paladar. Me encantan los adjetivos: incesante, incansable, silenciosa, indiferente... es muy... de mi estilo.
    Joder, Jesús, qué cambios, te me has refinado mucho xDD

    ResponderEliminar
  2. Me encanta la palabra refinar y me encata que lo digas, gracias. La adjetivación del adjetivo. Por ahí van los tiros

    ResponderEliminar
  3. Me encanta el paralelismo, la metáfora, entre las hojas del otoño y el corazón. Me gusta, ¡sí señor!
    Mis estaciones favoritas son la primavera y el otoño, son preciosas y las has utilizado muy bien en esta entrada. Solo me queda felicitarte por tu trabajo :D

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por tus palabras, que siempre son fuente de aliento, El otoño de pega, pero los dos sabemos que te representa el invierno. Por aquello de ser la Señorita de Winter.

    Gracias

    ResponderEliminar