viernes, 27 de diciembre de 2013

Buenos Dias









Buenos días en un reducto de tus labios,
buenos días son tu labios en mi cuello.
No sé,
no es difícil imaginarte impresionante.

Buenos días de mis pies entre tus sábanas,
Que dentro de tus sábanas no existen peros.
Dentro de tus sabanas solo hay fuegos,
Fuegos fatuos de los de arder en llamas.

Buenos días rápido que te vas,
No te quedes ni un minuto más
Si no es para mirarme y sonreír.
Eso que tú haces más bonito que las demás,
Lo de quedarte cuando te ibas a ir.

Buenos días de café y tostadas
Sentada en la cama
De los de correr sin prisa
del sofá a la cama

Buenos días de un grito ahogado en un beso
Que de matar mañanas juntos,
Éramos asesinos confesos.
Una mañana más buenos días.

jueves, 26 de diciembre de 2013

LLueve





No me jode esperar cada día a que me deje de llover, porque si mañana lloviera otra vez...

 Si mañana lloviera otra vez, saliera el sol y tú estuvieras aquí, a mi no me importaría construir un arca.

Pero sin animales, a tus ex y los políticos que se ahogaran, de rabia por lo menos. Y yo a remar, hacía adelante pero con el aliento de tus besos en el temporal. A mi no me importa remar si es en tu camino.

Pero yo sé que mañana va a llover, y no llover de que salga el sol. Más bien va a ser llover para quedarme parado en el semáforo este asqueroso en rojo y ver cómo cae la lluvia. Joder no para y yo estoy calado y frío. Mi corazón está calado y frío. Ya se pone en verde y corro como si tuviera prisa por ti. Pero la verdad es que sólo tengo prisa por llegar a casa.

Duermete poeta





Duérmete cuando venga el alba, poeta. Pues ya no vienen más musas a estas horas. A esas horas ya te han abandonado las musas, e incluso el boli huiría si pudiera.

No pienses más en versos y duerme. No pienses en ella que está claro que no va a volver y túmbate en la cama a recordar su olor como casi cada día desde que se fué.

Pero deja de llorar en silencio. Grítale al folio, que el sí te escucha, que el no se va a reír de ti como el destino.

Sabes que el destino no es más que una explicación de lo que la mayoría de las veces es una maravillosa casualidad. Una casualidad puede cambiarlo todo…

Duerme poeta, cierra los ojos y no pienses más en el dolor. No pienses más en ese momento que destroza tus nervios. Duerme y piensa que mañana dolerá menos.

Duérmete poeta, que las musas que huyeron no volverán. No volverán, pero espera a mañana y otras nuevas vendrán. Deja el boli y escapa a la cama como un niño y  métete debajo de las sábanas, que ahí eres invencible.

martes, 24 de diciembre de 2013

Te quieros





Llueve gota a gota. Incesante, tedioso, inexcusable, ambiguo, monstruoso, efímero. Porque no hay nada más efímero que una gota, resbalando en la ventana.

Un te quiero, un te quiero dicho con prisa. Eso es más efímero. Los te quiero que dices sin pensar con una media sonrisa después de un beso. Esos no, esos no son efímeros. Vale un poco si, pero duraban un tiempo que era fabuloso y luego te relamías pensando en ese beso…

Yo me refiero a los te quieros que dices por inercia. Esos... Esos son efímeros y dañinos. Son te quieros que se clavan en cada verso desgarrando la hoja como desgarra poco a poco el alma. Esos te quieros dañan el corazón. Y que no sea un corazón herido, porque entonces los surcos de las heridas ya echas serán como una guía para volver a hacer daño al corazón.

Poco a poco





Un cariño poco a poco. Un quiéreme poco a poco. Un desordena mi corazón pero, poco a poco. El ámame pero sin prisa. Ese no hagas que las manecillas del reloj vayan tan deprisa. Para el tiempo, mi vida. Páralo para sonreírme una última vez antes de besarte.

No seas incauto, tómate el tiempo para acariciarme la mejilla. Pasea tus dedos por mis labios júrale al reloj que le vamos a ganar la carrera, que vamos a pararle, nosotros dos. Que si hace falta vamos a flotar. Pero poco a poco, quiéreme poco a poco. Sigue los compases del tiempo en el beso. Para un momento y respira de mí. Ganémosle la partida al tiempo.

Que un rato contigo sea lo más valioso, si de verdad el tiempo es oro. Si de verdad vale tanto. Tengamos momentos tan increíbles que nadie les pueda poner un valor. Guarda cada segundo, de despacio y de poco a poco. Que signifique tanto como vale.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Otoño




Estoy sentado en el escritorio, una taza de café para combatir el sueño, nose si el mío o el de mis musas.

De momento miro por la ventana, en el parque caen hojas, es un acto tan desenfadado que me hace reír.

Del otoño siempre recuerdo el crujir de las hojas amontonadas. Es como la melodía del otoño en Madrid. La banda sonora de la estación.

Mi corazón es ahora un árbol de otoño se va deshojando poco a poco. Incesante, incansable como una exhalación cae un hoja, silenciosa, indiferente que da paso a otro trozo de vida que se marchita. Saber que algún día florecerá no hace que no sientas congoja.

Las hojas siguen cayendo el árbol, como mi corazón. Se queda desnudo para recibir el frío del invierno. Sólo queda esperar a que florezca en primavera.

La chica del anden de enfrente.





Rozo mi alma cuando te veo. Tejo telarañas de rabia para atraparte, pero tu quemas mi inocente interés con tu indiferencia.

Todos los días te veo aparecer, luciendo tu melena con prisas, llegando tarde entre suspiros, bostezos y cafés a medio tomar. Siempre llegando tarde, como si el mundo no fuera a esperar por ti. Pasar desapercibido a tu lado, es mi mayor superpoder, verte pasar cercana, indiferente corriendo para no perder el tren.

Si supieras que todos los días llego tarde a la cita con mi corazón, si supieras lo hermosa que estás con esas carpetas enormes de apuntes. Esta claro que vas a solucionar el mundo

Por mi parte una mirada es todo mi mundo hasta la siguiente mirada. 

Es increíble verte luego ensimismada en esos chiquitajos cascos azules que llevas, metida en mundo complejo de prisas y esperas de tren. Todos los días te sientas en el mismo vagón, todos los días. Llegas con  prisa y te vas indiferente al mundo. Como si te resbalara, porque tú eres más fuerte que el y nadie puede contigo. La historia anónima de la chica del andén. La superheroina de los cascos azules.
Si pudieras escribir tu historia, seria modesta. Pero yo sé que corres a salvar el mundo. Esta claro que no ahora, pero algún día. Algún día será la heroína más increíble, sin antifaces y sin heridas de batalla. Algún escollo en el corazón y llena de ilusión.

Fuego



No tengas miedo, pues yo no lo tengo. Coge el coraje y azlo tu bandera. Si estamos juntos no hay miedo. En el cobijo de un abrazo tuyo me siento como un héroe. Siento que soy capaz de todo si tu estás a mi lado. Que un beso tuyo es elixir en cada batalla. Una caricia cura cualquier herida.

El verdadero miedo no es perder en la batalla. El verdadero miedo es no volver a verte, no volver a besarte. Por eso soy más fiero en la batalla, porque se que si soy fiero volveré al cómodo olor de tu ropa, al suave algodón de tu mirada. Tú me comprendes sin siquiera tener que contártelo. Tú sólo con decirme una palabras ya me calmas.

Pero no sólo eso también eres fuego, también eres pasión y desasosiego. Eres la batalla de las sabanas. Eres un tornado. Veo fuego en tu mirada y sosiego en tus labios. Firmeza en tus piernas y delicadeza en tus manos. Suaves dedos, piel de gallina. Quiero volver tornado. Volver aunque sea una última vez. Quiero desatar el tornado.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Besos.




Cogió su pelo y lo apartó de su mejila, le molestaba para besarla. Él no sabía que era la última vez pero daba igual porque siempre la besaba como si ella se fuera a marchar.

Es difícil cuando tu no tomas la decisión de dar tu último beso. Por eso besas como si nunca fuera a volver. Por eso agarras su mano fuerte y la besas como una exhalación de aire puro.

Nunca daba besos con desdén. Hacía de cada uno una experiencia que quisiera repetir. Pero un día se fue, se iba para no volver. Se iba y el no la volvería a ver.

Pensamientos



Quien mira por ti, tumbado otra vez, borracho en uno de esos dias que la mierda se adueña de tu dia, es tu bandera. Miras a los lados y estas solo;
Aun asi miras a los lados y sabes que ellos estaran pero con la vista  nublada del veneno que llevas dentro no ves a nadie y ahogas mas lagrimas empapadas en alcohol.